Hola queridos lectores,
Hoy me gustaría escribir sobre un espacio el cual frecuento (hasta que el cuerpo aguante), y que está muy de moda actualmente, y es el gimnasio. Si vas al gimnasio, ya eres alguien importante, alguien que se cuida, nótese la ironía, aunque estés haciendo verdaderas burradas.
Desde mi experiencia propia y lo visto y vivido en los gimnasios, me gustaría hablar sobre una serie de pautas que recomiendo seguir y aspectos que no debes hacer en un gimnasio, como un espacio de trabajo, si quieres ser respetado:
1. No es una carrera. Si eres principiante, realiza un aumento progresivo de la carga. Es decir, no tengas prisa por subir mucho peso. Lo único que puedes conseguir es realizar una mala técnica de ejecución y por lo tanto no mejorar, lesionarte y estar un tiempo alejado del gimnasio por el que has pagado.
2. Hazte oír. Si eres principiante, y no conoces todas las máquinas y/o ejercicios, no tengas reparo en preguntar al monitor todas las dudas antes de hacer mal los ejercicios. Si no está disponible, siempre puedes preguntarle a alguna otra persona que esté allí y pienses que lleva tiempo en el gimnasio. Si eres esa persona "veterana", recuerda que tu has sido principiante alguna vez, así que procura ser agradable y ayudar.
3. Sé conciso. Cuando alguien esté realizando un ejercicio, no es momento para preguntarle nada, ni cuántas repeticiones le quedan. Molesta bastante que estés realizando un ejercicio con intensidad y concentración, y que te pregunten cuánto te falta por terminar. Espera a que termine para preguntarle.
4. No dejes rastro. Resulta desagradable ir a una máquina/banco y encontrarlo lleno de sudor, a parte de ser antihigiénico. Para eso esta la toalla, o papel higiénico si hay en el gimnasio, para no dejar grandes charcos con tu ADN.
5. Sé fuerte y silencioso. Intenta dejar las mancuernas y pesas con suavidad, sin brusquedad. No intentes llamar la atención dejándolas haciendo que "suenen" para que todos vean lo fuerte que estás. Lo único que conseguirás será molestar al resto y dar la sensación opuesta: debilidad.
6. Deja el karaoke para los bares. Suena tu canción favorita en el hilo musical del gimnasio, o en tu mp3, te vienes arriba y empiezas a cantar en el gimnasio, y lo que es peor, crees que lo haces bien. No lo hagas, no cantes en voz alta, para eso están los casting de televisión. Hay gente que va al gimnasio a desconectar, a relajarse haciendo ejercicio, a hacer su entrenamiento, no a oír cantar.
7. Oídos bien abiertos, boca cerrada. Intenta no ir de experto ni de listo por llevar muchos años yendo al gimnasio, no des consejos ni prescribas ejercicio si no te lo piden y si en el fondo no tienes idea. Puedes producir tres cosas: molestar a la otra persona, llevarle a error en algún ejercicio, y por último, encontrarte con alguien con estudios en la actividad física que te dejará en mal lugar. O pueden pasar las tres cosas a la vez.
8. Contra las agujetas, más trabajo. Si eres principiante, al segundo día de gimnasio casi con total seguridad tendrás agujetas (sobre eliminarlas con agua con azúcar y demás leyendas ya hablaré en otra entrada). Es algo normal debido a la inactividad física prolongada. Mi consejo: vuelve a trabajar los grupos musculares en donde ya tengas agujetas. Si trabajas otra zona, es muy probable que te aparezcan agujetas en esa zona, no pudiéndote ni mover al día siguiente.
9. Piensa en los demás. Si coges alguna mancuerna o algún disco, o si metes discos de peso en alguna máquina, una vez que termines recógelo y ponlo en su sitio. Nadie tiene que recoger lo que tu vas dejando por ahí, ni el gimnasio tiene que convertirse en un campo de obstáculos. Hay más gente a parte de ti en el gimnasio.
10. Aplica las normas de tráfico. El que está cargando un peso, es el que tiene prioridad, así que apártate rápido a un lado, sea mucho o poco peso el que esté transportando.
11. Apaga el teléfono móvil. A menos que te encuentres en una situación de emergencia, apaga el móvil durante el ejercicio. Todo el que te oiga charlar pensará que no te tomas la rutuna en serio. Trabaja los músculos del cuerpo, no de la mandíbula.
12. Los espejos, de pasada. Los espejos están ahí para comprobar que tu postura es la correcta. Úsalos para asegurarte que trabajas bien, no para buscarte puntos negros y/o quedarte horas admirando tu belleza.
13. Dos es compañía, tres es multitud. Es de buena educación compartir una máquina, pero nunca pidas compartirla si vas a entrenar con un compañero. El descanso entre series sería demasiado largo, lo que reducirá la intensidad del programa de los tres.
11. Apaga el teléfono móvil. A menos que te encuentres en una situación de emergencia, apaga el móvil durante el ejercicio. Todo el que te oiga charlar pensará que no te tomas la rutuna en serio. Trabaja los músculos del cuerpo, no de la mandíbula.
12. Los espejos, de pasada. Los espejos están ahí para comprobar que tu postura es la correcta. Úsalos para asegurarte que trabajas bien, no para buscarte puntos negros y/o quedarte horas admirando tu belleza.
13. Dos es compañía, tres es multitud. Es de buena educación compartir una máquina, pero nunca pidas compartirla si vas a entrenar con un compañero. El descanso entre series sería demasiado largo, lo que reducirá la intensidad del programa de los tres.